El Home Office también conocido como ‘trabajar desde casa’ es una práctica, que a pesar de la falta de conciliación entre el trabajo y la familia, cada vez está más extendida entre las empresas que buscan alternativas beneficiosas para ellas y para sus empleados.
- Ahorro de tiempo y dinero: trabajar desde casa, supone no tener que coger ni coche ni transporte, con lo cual se ahorra ese dinero y el tiempo que se emplea en llegar a la oficina.
Por otro lado, teniendo a tus empleados en casa, puedes ahorrar en espacio, es decir, no necesitando alquilar o comprar oficinas tan grandes, y también abaratarás los costes de suministros en la oficina.
- Mayor productividad: hay estudios que aseguran que los empleados que trabajan desde casa son hasta un 13%, más productivos, todo ello junto con un aumento de la felicidad del trabajador, ya que esta opción les permite equilibrar su vida personal con la laboral.
- Facilidades: es cierto que hay tipos de trabajo que no permiten poder quedarte en casa, pero actualmente hay una gran variedad de empleos que con las nuevas tecnologías, encuentran muchísimas facilidades para poder optar por el teletrabajo.
- Mejores empleados: como decíamos, dar la opción de trabajar desde casa hace que los empleados estén más a gusto y por tanto no renuncien a su puesto de trabajo y por otro lado, se puede contratar a cualquier profesional esté donde esté, teniendo la posibilidad de trabajar con los mejores en cualquier parte del mundo obteniendo una perspectiva más global del mercado y de tu empresa.
En definitiva, tampoco se trata de que se trabaje siempre desde casa, se puede empezar con un día a la semana de Home Office y dependiendo de las circunstancias aumentar o no los días. Y otra de las ventajas es que tanto los empleados como los jefes pueden hacerlo, la presencia física no implica más trabajo ni más productividad, pero un empleado feliz será más leal y trabajará más y mejor por y para su empresa.