Sabemos que convivir en una casa no es solo cuestión de los que contigo viven sino también de los que comparten edificio o comunidad contigo. Ser un buen vecino o tenerlos no es solo cuestión de educación y dar los ‘buenos días’ sino que hay muchos factores que determinan lo que es ser y tener un buen vecino:
- Cumplir con los pagos: un buen vecino es aquel que contribuye a la comunidad y que lleva sus pagos al día para que cuando haga falta renovar, cambiar o mejorar algo, todos sean partícipes de las necesidades de la comunidad y aporten lo que haga falta.
- Convivencia y civismo: aquí entran características tales como, no hacer ruido, sobre todo en horarios en los que la gente puede estar durmiendo, como horas de siesta y a partir de cierta hora de la noche, respetando el descanso ajeno o respetar los espacios comunes, que es una de las características más complicadas en la convivencia entre vecinos.
- Limpieza y Medio Ambiente: es muy importante que un buen vecino respete los horarios de recogida de basuras, y por supuesto mantenga su espacio limpio, tanto el personal como el común, así como que tenga en cuenta el tipo de reciclaje a la hora de echar los residuos correspondientes.
- Cumplir con las leyes: cuando un vecino se propone un cambio, por ejemplo en el balcón o ventanas, etc., debe contar con lo que digan las leyes y ordenanzas municipales y por supuesto, debe hacer partícipe a la comunidad de cualquier cambio que quiera realizar solicitando los permisos correspondientes.
En definitiva se trata de que ejerzan tanto sus derechos como sus deberes, respetando a todos los vecinos y participando de todas las reuniones y actividades que tengan que ver con la comunidad para que la convivencia sea lo más grata posible y convertirse así en el vecino ideal.