Tras un año 2018 en el que el mercado inmobiliario empezó a despuntar de nuevo tras la crisis de la burbuja inmobiliaria de hace ya más de una década, el sector se enfrenta en este 2019 a nuevos retos de una manera optimista.
Si bien es cierto que las previsiones apuntan a un aumento en los precios de las viviendas, por otro lado, las compraventas se incrementan en este año y podrían alcanzar las 625.000 operaciones. No es que vaya a ver un gran incremento de la actividad, pero sí se van a consolidar y mejorar las cifras de negocio para las viviendas de nueva construcción que superarían las 80.000 viviendas.
Asimismo, España es un país que para el inversor extranjero cuenta con buenas perspectivas de crecimiento, y sitúan a nuestro país y a nuestras ciudades principales como Madrid y Barcelona en el ranking de capitales donde poder invertir para la compra de una vivienda.
Aunque a todo esto hay que añadir que uno de los problemas a los que se enfrenta el sector inmobiliario es a la posible subida de los tipos de interés y al crecimiento de la inestabilidad política internacional.
En general, podemos concluir con que el 2019 se convertirá en el año donde se vuelva a consolidar el mercado inmobiliario pero con moderación y con la estabilización de los precios.
Y no obstante, habría que tener en cuenta que el sector inmobiliario sigue una tendencia en la actualidad a la que no se le había prestado atención hasta ahora y es en la que la prioridad es el cliente junto con la sostenibilidad y la innovación para cubrir las necesidades de los futuros compradores, donde las nuevas viviendas sean más ecológicas, modernas e inteligentes y se adapten al cliente actual.