Si tienes un local y no le estás sacando rendimiento, tal vez es el momento de pensar en venderlo. Sabemos que aunque parezca fácil, este proceso puede durar mucho tiempo y darnos algún que otro quebradero de cabeza.
Lo primero para poner el local en venta es establecer el precio, y aunque pienses que tienes que amortizar lo que te costó además de sacarle alguna ganancia, hay que ser realistas e informarse de los precios actuales, para ello lo mejor es que acudas a los profesionales, ellos conocen el mercado de primera mano y te pueden asesorar no solo en esto, sino en todo el transcurso de la operación para que consigas la mejor venta.
Para vender el local tienes que contar con cierta documentación que tendrás que mostrar al futuro comprador, como la Nota Simple (que se solicita en el Registro de la Propiedad) y la escritura de propiedad, con la que se acredite que en efecto, eres el propietario del inmueble.
Además de estos documentos, tendrás que ofrecer planos, ya que dependiendo de eso, el local será viable para uno u otro negocio. Lo mejor es que lo encargues a algún técnico que verifique los planos que tengas o que en su caso te entregue uno actualizado.
También deberás aportar los Estatutos, ya que aquí se especifican las prohibiciones o limitaciones que tenga el local y debes asegurarte de que las cuotas de la Comunidad de Propietarios están abonadas en su totalidad, es decir, que no existe ninguna deuda.
Con respecto a los impuestos hay que verificar que estamos al día del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), ya que es un requisito para la venta. Y además debemos solicitar al Ayuntamiento las licencias oportunas y estado urbanístico para que el comprador tenga toda la información pertinente.